Instrucciones:
1.
Investiga la postura de Agustín de Hipona en torno a la existencia
de Dios y las pruebas de su existencia.
El tema que más
ocupa a San Agustín es el tema de Dios. Su filosofía es predominantemente una
teología, siendo Dios no sólo la verdad a la que aspira el conocimiento sino el
fin al que tiende la vida del hombre, que encuentra su razón de ser en la
beatitud, en la visión beatífica de Dios que alcanzarán los bienaventurados en
la otra vida, para cuya obtención será necesario el concurso de la gracia
divina.
San Agustín no se preocupa, sin embargo, de elaborar pruebas
sistemáticas de la existencia de Dios, aunque propone diversos argumentos que
ponen de manifiesto su existencia, haciéndolo con esa estricta intención. Entre
ellos se encuentran los que, a partir del orden observable en el mundo,
concluyen la existencia de un ser supremo ordenador, o los basados en el
consenso, que recalcan la universalidad de la creencia en dioses por parte de
todos los pueblos conocidos.
También encuentra a Dios en el interior del hombre, a donde San Agustín
acostumbra a dirigirnos para encontrar en nosotros la verdad. Es precisamente
por ese camino por el que vamos a encontrar la que suele considerar con
propiedad la demostración de la existencia de Dios a partir de las ideas o
verdades eternas: el fundamento de tales verdades inmutables no puede estar en
las cosas creadas, que son cambiantes, sino que ha de estar en un ser inmutable
y eterno, a su vez, es decir, en Dios. Respecto
a la creación, es el resultado de un acto, libre, de Dios. No obstante, las
esencias de todas las cosas creadas se encontraban en la mente de Dios como ejemplares o modelos de las cosas, tanto de las creadas en
el momento original como de las que irían apareciendo con posterioridad, es
decir, de todo lo posible, pero no existente todavía. Es el llamado
ejemplarísimo, que se complementa con la teoría, de origen estoico, de las rationes seminales. Los seres materiales se componen de
materia y forma, pero no todos han sido creados en acto desde el principio del
mundo. En el momento de la creación Dios depositó en la materia una especie de
semillas, las rationes seminales, que, dadas las circunstancias necesarias,
germinarían, dando lugar a la aparición de nuevos seres que se irían
desarrollando con posterioridad al momento de la creación. En el
acto de la creación Dios crea, pues, unos seres en acto y otros en potencia,
como rationes seminales, por lo que todos los seres naturales habrían sido
creados desde el principio del mundo, aunque no todos existirían en acto desde
el principio.
Describe la propuesta de Agustín sobre el conocimiento.
El conocimiento
Aunque sin llegar a elaborar una teoría del conocimiento San
Agustín se ocupará del problema del conocimiento, tratando de establecer las
condiciones en las que se puede dar el conocimiento de la verdad, según el
ideal cristiano de la búsqueda de Cristo y la sabiduría.
Edición del siglo VIII de una obra de San Agustín
Ante el desarrollo del escepticismo defendido por la Academia
nueva, con cuyas tesis había simpatizado anteriormente, San Agustín considerará
fundamental la crítica del mismo. Niegan los escépticos la posibilidad de
alcanzar certeza alguna. Ante ello San Agustín replica afirmando la necesaria
certeza de la propia existencia: ¿puedo razonablemente dudar de mi existencia,
aun suponiendo que todos mis juicios estuvieran siempre equivocados? No, dice
San Agustín, ya que aun en el caso de que me engañarse no dejaría de existir
(al menos el juicio "si fallor, sum" sería siempre verdadero,
asegurando la certeza de mi existencia); pero la certeza es triple, ya que el
hombre existe, vive y entiende.
En ese conocimiento cierto que tiene la mente de sí misma y por sí
misma, en la experiencia interior, asentará San Agustín la validez del
conocimiento. Así, no puedo dudar de la certeza de los principios del
entendimiento, como el principio de no contradicción; ni de la certeza de las
verdades matemáticas. Tampoco puedo dudar de la certeza de la realidad
exterior, en la que vivo. No obstante la mente, buscando la verdad en sí misma,
se trascenderá a sí misma al encontrar en ella las ideas, verdades inmutables
que no pueden proceder de la experiencia.
Prueba de la existencia de Dios.
i Dios no es objeto de experiencia inmediata se requiere una
prueba de su existencia. S. Agustín aporta una serie de argumentos entre los
que destaca el de las verdades eternas. La mente posee verdades inmutables, es
decir verdades "que no son tuyas ni mías, ni de ningún otro, sino que
están presentes en todos por igual". Hay conocimientos que se imponen
necesariamente al hombre, y que transcendiendo la razón finita humana deben fundarse
en el SER. Si hay conocimientos universales y necesarios y ningún ser
particular y contingente puede ser su fundamento es porque refleja la necesidad
de Dios, es decir se presentan como la entrada para la demostración de su
existencia.
2.- Demostrada la existencia de Dios hay que pasar a estudiar su
esencia. La esencia metafísica de Dios se encuentra en la inmutabilidad. Frente
a toda realidad contingente y mutable de la realidad creada Dios se erige como
el SER sumamente perfecto. Todo ente finito no posee la plenitud del ser, por
ser esencialmente mudable. Dios en cambio es imposible pensar que cambie,
porque lo posee todo, lo que no quiere decir que sea estático, quiere decir que
es perfecto. Sus atributos fundamentales son conocer, crear y amar, con un
poder difusivo que llegando hasta el hombre le permite a éste encontrarse con
Él.
3.- Dios para S. Agustín es el fundamento de las ideas platónicas.
El mundo inteligible de Platón tiene ahora un fundamento teológico. De la misma
manera, que no podemos pensar en ningún otro autor que realice sus obras sin
tener una idea de lo que va a ejecutar, Dios creó el mundo según unos modelos
que son las ideas inmutables y eternas que existían previamente en la mente del
creador. Esta doctrina se llama ejemplarismo. Teniendo en cuenta que el
auténtico ser está en Dios y en sus ideas, el mundo contingente debe su esencia
y su existencia (su ser) al creador (según la doctrina cristiana a través del
Verbo, segunda persona de la Trinidad, o Dios Hijo).
Responde las siguientes
preguntas:
¿En cuál de las cinco vías se supone una concepción teleológica
del mundo? Cuarta vía
¿Cuál de las cinco vías es la más convincente? La Segunda vía
¿Por qué? Porque englobaría
las otras 4 vías restantes y ya que todo conlleva a una causa parece tener más
sentido
Después de estudiar detenidamente las cinco vías, ¿Es evidente
para ti la existencia de Dios? No
¿Por qué? En nuestra opinión no negamos su existencia sino las
hipótesis de las vías no creemos que un dios necesaria mente tenga que ver con
lo que nos plantean la vías, ya que existen otras explicaciones
científicas que les dan un sentido más
real.
Si la existencia de Dios
pudiese comprobarse científicamente, ¿De qué manera impactaría en la sociedad y
en la cultura general del mundo actual? Sería un impacto de grandes
proporciones, quisiéramos pensar que solo serían impactos positivos pero
conociendo al ser humano dentro de este también llegaría un gran repudio a dios
ya que muchas personas han pasado por tragedias como la pérdida de un hijo ante
un hecho injusto las personas se llenarían de más odio al saber que un dios que
existe no hizo nada para evitarlo y un impacto favorable podría ser la unión de
las personas al saber que existe su salvador, pero también podría ser que con
el paso del tiempo se le deje de tomar la importancia que le pudieron dar en un
principio como ejemplo las personas cambia de ídolos constantemente, la
mentalidad humana es muy difícil de entender y mas aun si es una mentalidad colectiva que ha sufrido un impacto tan
grande como la existencia de dios. En el
ámbito científico, quedaría de cabeza ya que se aceptarían cosas que la ciencia
ha rechazado a lo largo de la historia y tal vez la percepción de las cosas
cambiaria totalmente, incluso los religiosos estarían impactados.
2. Investiga las cinco vías para probar la existencia de Dios,
según Tomás de Aquino.
Primera vía
Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este
mundo que se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una
serie infinita de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un
primer motor no movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y
consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se
mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se
mueve mas que en cuanto esta en potencia respecto a aquello para lo que se
mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa
que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo
que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace
que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto.
Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en
potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas: lo que, v. gr.,
es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia
es, a la vez frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la
misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por
consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a
otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, ya éste otro.
Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y,
por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no
mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que
un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario
llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos
entienden por Dios.
Segunda vía
Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no
pueden ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido
antes de existir, lo cual es imposible. Además, tampoco podemos admitir una
serie infinita de causas eficiente, por lo que tiene que existir una primera
causa eficiente incausada. Y esa causa incausada es Dios.
La segunda vía se basa en causalidad eficiente. Hallamos que en
este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes;
pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría
de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede
prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que
hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea
una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se
suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la
intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de
causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto
último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por
consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que
todos llaman Dios.
Tercera vía
Contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es
decir, que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no
existiría ninguno, pero existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un
primer ser necesario , ya que una serie causal infinita de seres contingentes
es imposible. Y este ser necesario es Dios.
La tercera vía considera el ser posible o contingente y el
necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden
existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se
destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan.
Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre,
ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si,
pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que
ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa
alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo
que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a
existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa
evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o
contingentes, sino que entre ellos forzosamente, ha de haber alguno que sea
necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o
no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos
visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas
necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no
tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad
de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
Cuarta vía
Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en
los seres de este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de
un modelo con respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo,
máximamente verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los
seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles
que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el
menos se atribuye a las cosas Según su diversa proximidad a lo máximo, y por
esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por
tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello
ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es
máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo
que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa
del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por
consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y
de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.
Quinta vía
Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin;
pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si
son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente
inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese
ser inteligente es Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto,
que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un
fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la
misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que
no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que
carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda
y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser
inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos
Dios.
En fichas bibliográficas
explica con tus propias palabras cada una
PRIMERA VÍA
Para santo tomas dios
existe por que el movimiento se da por otro movimiento y de esta forma será por
siempre. Pero como se origino este movimiento pues para santo tomas fue dios.
SEGUNDA VÍA
Al igual que con el
movimiento para santo tomas una causa no pude surgir de la nada por lo que para santo tomas la primer causa fue dios.
TERCERA VÍA
Los seres vivos se
mantienen porque son necesarios los que no pues se extinguen es por eso que el
único ser necesario es dios.
CUARTA VÍA
Los seres vivos tienen
características como la belleza y la bondad y estos fueron creados con un
modelo el cual es el ser perfecto es dios.
QUINTA VÍA
Dios es un ser inteligente
el cual dirige el orden de la naturaleza ya sea a prosperar o a su fin.
3. Forma equipos de
trabajo y elaborar un cuadro comparativo de las ideas de San Agustín y Santo
Tomás.
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San Agustín
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Santo Tomás
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Teoría del conocimiento
|
Iluminación como un poder que Dios concede a la razón, una virtud
especial por la que el alma queda capacitada para alcanzar por sí misma las
verdades eternas, pero que el alma no posee por naturaleza.
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El objeto del verdadero conocimiento es la forma, lo universal, y no
lo particular: de la sustancia concreta: conocemos la forma, no la materia,
que en cuanto materia prima resulta también incognoscible.
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Existencia de Dios
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Dios se muestra como existencia evidente ante la razón humana; basta
una sencilla reflexión para probarla y afirmarla con toda certeza. Conoce las
pruebas de la existencia de Dios: por los grados de ser, por la contingencia,
por la causalidad o finalidad.
|
Es un conocimiento natural en el ser humano, al que puede llegar con
el uso adecuado y lógico de su razón, incluso sin haber conocido la
Revelación cristiana, ni haber realizado un acto de fe.
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Existencia ética del hombre
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Intento de asegurar casi de manera absoluta la salvación de la interioridad
irreductible de cada hombre en su personalidad. Es el tratar de responder por
el sentido de la vida desde una seguridad ontológica cimentada en la
identidad metafísica de Dios, que habita en lo más íntimo del alma humana.
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El bien en todo ser y el obrar del mismo según la naturaleza, siendo,
en el caso del hombre, la naturaleza racional y por tanto la suprema norma
ética.. La virtud como hábito bueno que se forma por la repetición de actos
del mismo tipo, y cuyas semillas existen en todo hombre.
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